En esta ponencia quiero compartir dos experiencias: la de la traducción desde el portugués de la novela epistolar de Luis Ruffato De mim já nem se lembra y la de la investigación inspirada por la lectura y análisis del poemario Kirki Qhañi de Elvira Espejo Ayca. Dos nociones son fundamentales para pensar la producción literaria contemporánea de América Latina: la de geopoética y la de traducción cultural.
Resulta importante volver a pensar la práctica misma de la traducción, y los desafíos que conlleva, y es preciso partir de cierto punto conceptual para comprender que toda traducción que realizamos, sobre todo aquella que se desarrolla en el plano literario, merece atender a las particularidades de una composición poética anclada en un espacio, en un tiempo y en un marco cultural que la define y la caracteriza. La traducción que realicé de la novela de Ruffato involucró decisiones atenientes a las particularidades culturales de Minas Gerais y en la autotraducción que realiza Elvira Espejo de sus poemas están presentes las connotaciones identitarias, el suelo y los cantos que caracterizan a las culturas aymara y quechua a las cuales pertenece la autora.
Mi exposición pretende reparar en aspectos que están íntimamente involucrados con la traducción literaria, sea en su propio ejercicio, sea en la investigación inspirada en esa práctica. Esto compone una reflexión que nos vuelve sobre el acto de traducir que siempre es, en alguna medida, traducir con-junto a otrxs.